La osteopatía es una disciplina terapéutica que se basa en la antomía, la biomecánica y la fisiología del cuerpo humano. La Osteopatía trata el cuerpo humano de forma global, como un todo. Se encarga del estudio y del conocimiento de como se relacionan todas las estructuras a la hora de provocar una enfermedad, así como técnicas para normalizar las funciones alteradas.
Al iniciar un tratamiento osteopático es importante realizar un buen examen físico-osteopático, en el que el terapeuta evalué el estado de los diferentes tejidos, en busca de la disfunción que está provocando la sintomatología. Es decir, buscamos el origen del dolor y trabajar sobre el para que el dolor remita. Es muy común que por un problema de cervicales tengamos mareos o dolor de cabeza. O que incluso de un problema visceral, como por ejemplo el hígado, tengamos un dolor de hombro. Siempre “buscamos tratar el origen real del problema y no tanto su sintomatología”.
Cuando terminamos el examen físico-osteopático y tenemos las disfunciones localizadas aplicamos las técnicas para normalizar las alteraciones. Debido a que es un tratamiento holístico podemos clasificar las técnicas en tres grandes grupos:
- Ostepatia estructural: técnicas que van dirigidas al sistema musculo-esquelético: músculos, ligamentos, huesos…
- Osteopatía visceral: Las vísceras pueden provocar un dolor referido al sistema músculo-esquelético. Como antes decíamos el hígado puede provocar dolor en el hombro derecho, el estómago en las cervicales o la próstata en la zona lumbar. Es por ello que tenemos test y técnicas específicas para cada una de estas vísceras
- Osteopatía Craneal: a través de técnicas que actúen sobre la micromovilidad del cráneo podemos tratar problemas como migrañas o mareos.
Por todo esto, podemos decir que la osteopatía no solo es una forma de tratamiento, sino que es una manera de ver y tratar el cuerpo humano de una forma global. Atendiendo siempre al origen del problema para poder quitar la sintomatología que esta provocando.